PRINCIPIOS OPUESTOS nace como un proyecto dual: dos creadores e intérpretes (Víctor Zambrana y Mario G. Sáez), dos ayudantes de dirección que aportan la mirada externa necesaria (Mª Ángeles G. Angulo y Joaquín Jara), dos músicos desarrollando la composición original de la pieza (David Crespo e Ilia Mayer), y dos iluminadores/técnicos (Carles Rigual y Román Torre) que complementan la propuesta a partir de la utilización de diferentes tipos de iluminación y ofrecen una de las claves para completar el contenido de la pieza: analógico-digital.
La utilización de estos pares no persigue evidenciar las diferencias y la confrontación de las distintas sensibilidades de los creadores en cada apartado, sino más bien como es posible generar un proyecto común a partir de la suma y la integración de los elementos comunes desde puntos de partida que en principio podrían parecer contradictorios.
En las sucesivas residencias que se han realizado hasta el momento han ido añadiéndose estos elementos progresivamente:
-La residencia dentro del programa Endanza, en el CAS de Sevilla supuso el primer encuentro entre los intérpretes, dos individuos con sus propios bagajes y experiencias, con sus diferentes cualidades y calidades de movimiento, y una idea común: el ritmo. De esta residencia surgió una primera estructura que en un entorno neutro utilizaba los cuerpos, el movimiento y el ritmo para desarrollar una idea de primer encuentro y evidenciando las diferencias y apuntando los puntos en común.
-La residencia en el DeVIR CAPa en Faro (Portugal) fue el segundo encuentro y vino a añadir nuevos elementos. El lugar de trabajo en la última planta del edificio del DeVIR CAPa, donde se encuentran las habitaciones, con su particular estructura de pasillos y columnas, nos sirvió para que los cuerpos y el movimiento que anteriormente sucedían en un espacio neutro, encontraran aquí un espacio real y físico donde situar las acciones y colocar a los personajes. Aún sabiendo que en el futuro no dispondríamos de un espacio/escenografía como el que nos encontramos allí, pensamos que no deberíamos desaprovechar la ocasión de utilizar el lugar a modo de espacio escénico aunque sólo fuese por una vez. Posteriormente estas ideas de espacio han continuado dentro de la propuesta pero llevándolas a un terreno más virtual por medio de la iluminación y la tecnología. La luz natural que entraba por las ventanas de un lado de la sala también nos sirvió para plantear la idea del paso del tiempo a partir del desplazamiento de la luz por la sala durante la presentación.
-En la residencia posterior en L’Animal a l’esquena en Celrà (Girona) seguimos sumando elementos y aparecieron las miradas externas de los ayudantes de dirección (con sus diferentes sensibilidades y apreciaciones) y sobre todo, comenzamos a utilizar la luz como elemento esencial en la propuesta. La luz que proviene de dos fuentes diferenciadas: la luz incandescente, más convencional, que entendimos como el componente analógico, y la luz LED que ofrece nuevas posibilidades de iluminación, a partir de 8 barras leds, la programación y la posibilidad de utilizar la robótica, en este caso se trata del componente digital.
Las nuevas estrategias de comunicación que señala Juan Freire a partir de la utilización de las nuevas tecnologías, también son estrategias aplicables a la creación en si misma, al menos en algunas de las características que él señala:
- Principios Opuestos es multidisciplinar, un híbrido, transmediático … Frente al paradigma del genio individual y del creador aislado en su propio universo, la realidad nos muestra que la creación contemporánea abandona esta aparente pureza para explorar todo tipo de fuentes de interacción e hibridación: entre disciplinas, entre espacios y procesos, entre espacios y objetos analógicos y digitales, entre medios y formatos …
así un espectáculo concebido a partir de la suma de diferentes elementos que a su vez están divididos en dos: dos creadores-intérpretes, dos ayudantes de dirección, dos músicos, dos iluminadores… y donde se mezclan diferentes tecnologías a la hora de desarrollar la iluminación.
- La remezcla está en el núcleo del proceso. La creación no se entiende ya como un acto “en el vacío”, sucede en un contexto intelectual y “material”. De este modo, el creador se convierte en un remezclador capaz de reinterpretar y re-elaborar sus contextos para generar nuevos procesos y productos y, en especial, nuevas experiencias o interpretaciones para sus usuarios.
Es importante señalar que en la base del proyecto estaba la idea de utilizar o re-utilizar nuestros referentes personales dándoles nuevas interpretaciones y posibilitando la ampliación de sus significados.
- La tecnología es cultura y forma parte esencial de la “caja de herramientas” del creador. La tecnología, el hardware y software entendidos en sentido amplio, son ya parte esencial del proceso creativo. El creador es, y de hecho siempre lo ha sido, un artesano o, en una versión actualizada y digital, un hacker capaz de entender como funcionan las herramientas y como se pueden modificar para adaptarlas a sus necesidades. Y a pesar de que siguen existiendo y siendo necesarios los especialistas, los creadores tienen un conocimiento práctico y profundo de la tecnología, y los tecnólogos se interesan y trabajan en el proceso creativo. En esta evolución acaban por surgir perfiles transdisciplinares difíciles de clasificar según los modelos tradicional.
Desde el apartado de la iluminación los creadores trabajan a partir de la utilización e investigación de la tecnología como una caja de herramientas que permite construir los mundos donde la acción sucede.
A su vez el uso de la tecnología para la composición musical y para la visualización y búsqueda de referentes a través de la Red, denotan el carácter cultural y creativo de la tecnología en si misma.
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